martes, 13 de octubre de 2015

ARISTOTELISMO


El aristotelismo es la influencia ejercida por la filosofía de Aristóteles a lo largo de la historia del pensamiento occidental y en particular, en nuestro caso, sobre la teología. Los principios de fondo de donde parte la filosofía de Aristóteles pueden resumirse en dos: la realidad es en sí misma inteligible y el hombre posee, por su parte, la capacidad constitutiva de conocerla científicamente.
La verdad de las cosas no reside fuera de ellas, como ocurría con Platón, sino que ha de buscarse en la estructura interna de la realidad, que está regida por unas leves concretas y siempre iguales a sí mismas. Es decir las cosas poseen un modo de ser. En efecto, hav un dinamismo universal que tiene sú origen en la "causa primera", que da orden y por tanto inteligibilidad a cada una de las cosas (Dios es el "motor inmóvil» que, desde toda la eternidad y por necesidad, sostiene al mundo mediante aquella relación general que va de la causa al efecto).
Por su parte, el hombre tiene en sí una capacidad propia de recibir al mundo exterior y de sacar de él las leyes que lo regulan y que le confieren inteligibilidad.
El universo propuesto por Aristóteles es, por consiguiente, de carácter autónomo es un mundo que no debe dirigirse a nada distinto de sí para explicarse: bien por su naturaleza interna, bien por la capacidad cognoscitiva del hombre, la naturaleza de las cosas y de las realidades puede conocerse científicamente, esto es, de forma cierta.
En el mundo occidental se conocía muy poco de la propuesta filosófica aristotélica hasta comienzos del s. Xll.

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